300 asistentes, 40 panelistas y 3 días de actividades: el director de WAGEMANN Consulting, Fernando Landeros, es invitado por la Cámara de Comercio Internacional de Costa Rica para exponer, en calidad de especialista técnico en peritajes de construcción, durante el XV Congreso Internacional de Arbitraje 2024

Entre el 7, 8 y 9 de febrero de este año, fue llevado a cabo el XV Congreso Internacional de Arbitraje 2024 “Arbitraje eficaz: herramientas y obstáculos“, evento organizado por el Centro de Solución de Conflictos de Panamá (CESCON) y la Cámara de Comercio Internacional de Costa Rica, en que expusieron 40 panelistas de tres continentes y al que asistieron más de 300 personas.

Entre ellos, el socio director de WAGEMANN Consulting, Fernando Landeros, experto y asesor en proyectos en ejecución, dispute boards, arbitrajes y juicios en Chile y América Latina, quien conformó el panel Peritaje boomerang: ¿cómo evitar que su peritaje se vuelva en su contra?, junto con Alejandro López (Francia), Juan Pablo Phillipi (Chile) y Juan Guillermo Vélez (Colombia), siendo moderados por Roy Herrera (Costa Rica).

En este sentido, destacó que “este congreso es uno de los encuentros más importantes de la industria del arbitraje en la región. Por eso, es un honor que nos hayan invitado tanto a oír a nuestros pares, lo que constituye siempre una oportunidad de aprendizaje, como a compartir nuestra propia experiencia en materia de peritajes e informes técnicos, expertise que a su vez es fruto de las asesorías que prestamos en toda Latinoamérica y otras regiones del mundo”.

Durante su intervención, Fernando Landeros se refirió a tres asuntos centrales respecto de lo que caracteriza a un perito eficaz y eficiente en el marco de arbitrajes de proyectos de construcción: la oportunidad en que se contrata al experto; el tratamiento de las fortalezas o debilidades, y la capacidad de explicar ideas complejas en forma simple.

1. Oportunidad 

Respecto del momento en que se contrata al perito, explicó, a modo de contexto, que el peritaje puede ser requerido en distintos escenarios: desde un arbitraje o un litigio hasta una discrepancia frente a un dispute board o una negociación entre las partes.

Dicho esto, subrayó que la oportunidad en la contratación del experto resulta clave para su efectividad, agregando que el trabajo pericial se debe a principios muy básicos, uno de los cuales corresponde a la objetividad, la veracidad. “Si usted contrata a un perito y ese perito dice exactamente lo que usted necesita que diga, en principio, podría percibirse como un excelente perito porque es casi como un traje a la medida; pero, lo más probable es que, transcurrido ese arbitraje, [su testimonio] probablemente no va a servir porque se desestimará al carecer de imparcialidad”.

2. Fortalezas y debilidades del caso

Respecto del tratamiento de las fortalezas o debilidades del caso, Fernando Landeros aseguró que “cuando nos enfrentamos a un caso, lo primero que hace un buen perito es identificar las fortalezas y debilidades del caso y eso, transparentemente, se lo informamos al equipo jurídico y a nuestro cliente. Esta información va a permitir que el equipo litigante elabore la mejor estrategia, sobre la base de dichas fortalezas y debilidades y, consiguientemente, contar con un argumento sólido que diga por qué y cómo se construye la defensa de esas debilidades”.

En este sentido, manifestó que “suele ocurrir que el cliente, afectado y disconforme por una situación en particular, construya su propia visión de la historia y le cuente, al litigante, su versión de lo que supuestamente ocurrió. Entonces, podría pasar que, erróneamente entre el equipo jurídico y el cliente, se construya una realidad basada en la experiencia del cliente, que por lo pronto fue mala o muy mala, pero alejada de la objetividad”. Por eso, advirtió, “el aporte del perito es clave, puesto que éste, lo que debiera decirle al cliente, es entiendo lo que ha sufrido, pero estos puntos que usted está señalando, actúan en realidad como debilidades para su caso”.

Por lo tanto, lo importante de esa intervención temprana es que permite desarrollar una estrategia conjunta entre el litigante y el perito, entendiendo cuáles las fortalezas y cuáles son también las debilidades. “Esto, normalmente, tiene una mejor y mayor tasa de éxito al final”, puntualizó.

Sobre esta misma línea, Fernando Landeros fue enfático en señalar que un peritaje efectivo es aquél que va a poder explicar en un tribunal qué fue lo que pasó, cuáles fueron los hechos y qué efectos tuvieron esos hechos ¿Qué es lo más efectivo, entonces? Entender que hay debilidades, identificarlas y, luego, establecer una estrategia con el equipo jurídico.

3. Lenguaje simple

En cuanto al tercer elemento a su juicio central respecto del rol de un perito en el marco de una disputa, tiene que ver con cómo éste transmite la información y las ideas.

En este sentido, planteó que un perito puede ser muy experto en materias complejas, pero si no es capaz de traducir todo eso en ideas simples y de fácil entendimiento –de manera que el tribunal o el tomador de decisión pueda entender su punto de vista–, pierde efectividad y credibilidad.

Asimismo, un perito convincente y buen orador pero sin sustento técnico, tampoco es efectivo.

“En conclusión, un muy buen perito o un perito eficaz, recordando el lema del Congreso en que nos encontramos, se encuentra en un punto intermedio: base técnica, dura, y al mismo tiempo capaz de transmitir ideas complejas de manera entendible”, dijo.