En su tercer año como presidente del Grupo Mundial sobre Contratos de Construcción: durante la Asamblea General de CICA, Alex Wagemann alude a la gestión de procesos, calidad de contenidos e integración entre las partes como “los tres pilares esenciales para el éxito de proyectos”
- “Si bien la tecnología es una herramienta útil en la industria, el core de los contratos de construcción yace, más bien, en la calidad de los contenidos, la mejora en los procesos de gestión y la integración colaborativa entre las partes”, planteó el abogado.
En su calidad de presidente del nuevo Grupo de Trabajo sobre Contratos de Construcción de la Confederación Internacional de Asociaciones de Contratistas (CICA), cargo que desempeña desde 2018, el abogado y socio de WAGEMANN Abogados & Ingenieros, Alex Wagemann, participó el lunes 6 de diciembre en el Seminario previo a la Asamblea General de la organización, donde expuso acerca de la importancia del rol que juegan la tecnología y la innovación de la mano con aspectos como la integración y la colaboración.
A partir de su creación, este Grupo de Trabajo –en que se desempeñan profesionales de 12 países– ha concentrado su labor en dos grandes objetivos: por un lado, proponer mejoras, a través de position papers y friendly reviews, a los estándares internacionales de construcción más utilizados en el mundo (con especial foco en FIDIC) y, por otro, fomentar la inclusión de cláusulas innovadoras que reflejen la realidad actual en la construcción de proyectos de infraestructura.
En este sentido, Wagemann señaló que “a lo largo de estos últimos tres años de trabajo como grupo, hemos observado que, en la práctica, si bien la tecnología es una herramienta sumamente útil en la industria, el core de los contratos de construcción yace, más bien, en la calidad de los contenidos, la mejora en los procesos de gestión y la integración colaborativa entre las partes”.
Tecnología al servicio de la industria: desafíos pendientes
Sobre esta línea, explicó que “la tecnología y la innovación se centran mayoritariamente en la mejora de procesos constructivos y / o en el seguimiento de eventos y datos”. Sin embargo, existiría –a su juicio– un espacio amplio para vincular las herramientas tecnológicas con aquellos aspectos relacionados con contenidos contractuales, asignación de riesgos y enfoques colaborativos, pudiendo pasar de contratos inteligentes a contenidos y procesos inteligentes.
Agregó que los modelos estándar disponibles en el mercado (FIDIC, NEC y JICA, por ejemplo) “aún no son compatibles con softwares” donde los cambios y modificaciones en las condiciones generales, a lo largo del proceso de licitación de los contratos, se podrían rastrear y registrar.
Asimismo, Wagemann aclaró que tampoco existe una integración real, con cierto nivel de inteligencia, entre los riesgos asignados en los documentos contractuales y los sistemas de gestión de contratos; por ejemplo –ilustró–, para poder discriminar si una variación o reclamo está permitido o no en el contrato, con una simple verificación de información y sin necesidad de recurrir a asesorías especializadas de alto costo.
Por otro lado, se refirió a las plataformas digitales, “que a veces funcionan aisladas (como BIM), donde el problema no yace precisamente en la herramienta, sino en la falta de actitud colaborativa de las partes y de un marco legal que obligue a tal colaboración”.
En este sentido, el abogado indicó que, en términos generales, “la solución esté tal vez relacionada con tener una gestión de coordinación comprensible y multidisciplinaria, mirando todo el negocio en sí y no dividido en partes. Las herramientas tecnológicas ya existen; sólo se requiere una visión global basada en la colaboración, la calidad de los contenidos y la integración de las partes”.